WELLINGTON.- Regreso de la competencia internacional para Todos los Negros y Wallabies después de una pausa de siete meses debido a la pandemia de coronavirus, terminó con un empate dramático (16-16) en el partido de ida de la Copa Bledisloe, discutido este domingo.
El partido, que permaneció inseguro hasta el último minuto, tuvo lugar antes 31.000 espectadores, sin máscaras, ya que Nueva Zelanda logró contener una segunda ola de epidemias.
Ambos equipos serán rivales de Puma el próximo mes, cuando se enfrenten por el Campeonato Rubgy.
El último partido entre las selecciones fue el triunfo de Escocia ante Francia (28-17), el 8 de marzo en Edimburgo, por el Seis Naciones 2020, que finalizará este otoño europeo con cuatro partidos para el final.
Todos los Blacks y Wallabies no habían podido jugar desde la Copa del Mundo en Japón a fines de 2019. El juego fue emocionante y tuvo una acción extraordinaria.
Primero hubo polémica, ya que la primera prueba del partido, anotada por Jordie Barrett, tuvo que ser cancelada después de que Rieko Ioane pisase la línea de banda en el espectáculo anterior.
El segundo y decisivo partido de la Copa Bledisloe se jugará el próximo domingo (sábado medianoche en Argentina), en Eden Park,
Más tarde, la propia Ionae protagonizó un error inusual al final de la primera mitad cuando dejó que el balón se le escapara de las manos en el momento en que fue lanzado al medio, para ampliar la ventaja de Nueva Zelanda.
Las australianas incluso anotan en la segunda mitad, con pruebas de Marika Koroibete y Filippo Daugunu. Con el juego empatado a 16, Hodge falló un penal desde 57 yardas (pegó en el poste). Mientras el balón permanecía en juego, el juego continuó durante otros diez minutos, en los que no se pudo aprovechar.
Reece Hodge falló el penalti en el último juego
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