Los argentinos están recurriendo a los depósitos a corto plazo en medio de temores de inflación y devaluación.
La proporción de dinero en instrumentos en pesos a dos meses aumentó al 82 por ciento el 1 de febrero, en comparación con el 73 por ciento en enero de 2020 y el 6 por ciento en el mismo mes de 2019, según el banco central. Por otro lado, los depósitos relacionados con la inflación aumentaron un 81 por ciento el año pasado.
Las preocupaciones sobre la inflación han aumentado después de que los precios al consumidor subieran un cuatro por ciento entre noviembre y diciembre. Este es el mayor aumento mensual en poco más de un año. La especulación sobre una posible devaluación debido a la caída de las reservas de divisas, lo que aumentaría los costos de importación, está llevando a más y más argentinos a retirar su dinero de depósitos en pesos a más largo plazo.
“La gente está tratando de protegerse contra la inflación y reemplazar los depósitos a largo plazo con otras alternativas, como depósitos ajustados por inflación o bonos a corto plazo ajustados por IPC”, dijo Roberto Geretto, economista de Banco CMF, en una entrevista.
El banco central obliga a los bancos a fijar una tasa mínima del 37 por ciento para los depósitos a plazo fijo menores a un millón de pesos y del 34 por ciento para los montos mayores. Sin embargo, dada la inminente aceleración de la inflación, esto no es suficiente para convencer a los ahorradores de que retengan su dinero por más de unos pocos meses.
“Si la inflación se mantiene en cuatro por ciento, es lógico que esta tendencia continúe”, dijo Geretto.
– ZEITEN / BLOOMBERG
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por Ignacio Olivera Doll, Bloomberg