El embajador argentino en Mercosur quiere nuevos aranceles para impulsar la producción local
“Avanzar con la propuesta brasileña sería una pérdida de oportunidades”, dijo Kestelboim.
El embajador argentino en el Mercosur, Mariano Kestelboim, dijo este domingo que está a favor de “un nuevo arancel externo común que promueva el desarrollo productivo”.
Kestelboim, economista de profesión y embajador de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), organización integrada por los países de América del Sur (excepto Guyana y Surinam), así como México, Cuba y Panamá, lo explicó en una entrevista con el agencia de noticias Telam que el bloque regional necesita un nuevo Arancel Externo Común (AEC) que se adapte a las actuales características de productividad? y, a su vez, promueve el desarrollo de capacidades regionales.
También afirmó que el Mercosur era “beneficioso”. Es muy difícil para los países más pequeños del bloque avanzar con éxito con estrategias individualistas, dada la forma en que los países se conectan a escala global.
El funcionario argentino afirmó que el AEC se promulgó hace unos 25 años y no ha realizado cambios significativos desde entonces, mientras que la estructura productiva local y regional, junto con el comercio internacional, ha sufrido cambios importantes que ameritan una revisión más profunda del AEC.
Como resultado de los avances en los sistemas de control y el desarrollo de las TIC, surgieron empresas megaindustriales con capacidades de producción principalmente en Asia – y especialmente en China – con capacidades de producción impensables hace 30 años. Esto implicaba que los estándares mínimos óptimos estaban creciendo, especialmente en industrias como la química, farmacéutica y plástica, que hoy tienen enormes economías de escala y barreras de entrada casi insuperables. De esta forma, hace 25 o 30 años, podíamos imaginar tener capacidad de producción en algunas áreas en las que ya no podemos competir.
Pero también dijo que nos parece que una propuesta de reducción lineal y transversal, como la propuesta por Brasil, no toma en cuenta estos cambios estructurales en las capacidades productivas y el comercio internacional que merecen un cambio más ambicioso en el AEC en este sentido para incrementar los pasos. Si simplemente hacemos una modificación cruzada del 10% para todas las posiciones, no seremos abrumados con toda la fuerza necesaria para estimular el desarrollo de productos. No es lo mismo tarificar una tecnología que mejore la producción local que cobrar un reemplazo por la que se hace aquí. En el primer caso puede ser positivo, en el segundo caso no se recomienda la producción local. Un mayor desarrollo de la propuesta brasileña sería una oportunidad perdida, ya que no es fácil reunir a los cuatro países para discutir y cambiar el AEC en su conjunto.
Kestelboim insistió en que la propuesta de Argentina apunta a un mayor escalonamiento de la creación de valor; En otras palabras, si hay alguna capacidad de producción en la región, entonces no debería reducir los aranceles. ¿Qué camioneta aún debe solicitarse para los bienes y servicios que no fabricamos y que necesitamos importar para que la producción sea más competitiva? “