Hijo de pintor y diseñador, Roberto Gómez Bolaños estudió ingeniería, pero su pasión siempre fue la escritura, de ahí su apodo Chespirito, derivado de “mini Shakespeare”. Dio vida y cuerpo a tales personajes Chavo, El Chapulín Colorado, Dr. Chapatín o El Chómpiras Y aunque sus ciclos dejaron de emitirse hace décadas, siguen siendo válidos entre las generaciones más jóvenes.
Hace unos días, fue la conocida figura millonaria que el actor y escritor levantó a lo largo de los años.. país Patrimonio neto de celebridades, aseguró que el artista recaudó unos cincuenta millones de dólares. La mayor heredera de riquezas fue su esposa, Florinda Meza, que dio vida a Doña Florinda y La Popis entre otros personajes.
“Era un actor, director y escritor mexicano que tenía un patrimonio neto de 50 millones de dólares”. comienza la publicación y luego revisa la carrera del artista. El sitio también asegura que Florinda Meza tiene un patrimonio neto de $ 20 millones. Aunque en ninguno de los casos explica cómo se componen estos valores. También se refieren a Carlos Villagrán, y aseguran que tiene diez millones.
Roberto Gómez Fernández, uno de los hijos del humorista consagrado Grupo Chesprito, empresa propietaria de los derechos de propiedad intelectual de los libros y personajes creados por Gómez Bolaños.
La firma no pudo llegar a un acuerdo comercial con Televisa para transmitir los episodios del programa. Hace unos meses, el hijo del actor se quejó: “Triste por la decisión, mi familia y yo esperamos que Chespirito esté pronto en las pantallas mundiales. “Seguiremos insistiendo y estoy seguro de que lo lograremos”.
Los primeros trabajos del actor fueron cuando tenía 22 años en una agencia de publicidad y luego comenzó a realizar guiones de radio y televisión para ciclos con una gran audiencia en México. La gran oportunidad llegó en 1969 cuando la televisión TIM le dio un espacio para crear lo que quisiera. Fue entonces cuando hizo la corriente con humor Super genios de la mesa cuadrada y Ciudadano Gómez, con él como figura y acompañado de Ruben Aguirre, María Antonieta de las Nieves, Ramón Vadlés y Florinda Meza, quienes siguieron trabajando con él durante años.
De inmediato el programa pasó a llamarse y pasó a llamarse simplemente Chespirito, pasando a ser Chavo, acompañado de Chilindrina, Quico, Don Ramón, Doña Florienda a los más famosos y queridos.
El actor murió en Cancún el 28 de noviembre de 2014 por insuficiencia cardíaca. Seis años después de su partida, su figura sigue vigente y las frases de sus personajes aún se recuerdan como “Simplemente no tienen paciencia para mí”, “Fue una coincidencia”, “Bueno, pero no te enojes” o “Después de todo, ni siquiera quería”.
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