La NASA no permitirá que nadie lance lo que quiera sin consultar con la agencia sobre el impacto potencial en sus propios activos en órbita, incluida la Estación Espacial Internacional (ISS). La agencia cuenta con un conjunto de pautas estándar de “evaluación del ciclo económico” que esencialmente identifican el riesgo de proximidad cercana entre objetos en el espacio, lo que a su vez puede conducir potencialmente a una colisión. Esta evaluación determina cuándo y dónde volará algo, como es de esperar.
Hoy la NASA tiene uno nuevo acuerdo entre él y SpaceX, que va más allá de sus prácticas estándar de evaluación coyuntural. El acuerdo especial, que existe bajo el mandato de la Ley del Espacio y permite a la NASA trabajar con cualquier empresa para cumplir con su mandato, se define como un acuerdo “no reembolsable” o simplemente un acuerdo sin dinero que cambie de manos. Beneficio de ambas partes.
Esto muestra efectivamente que SpaceX opera Starlink, la mayor constelación existente de naves espaciales en órbita, que está creciendo rápidamente, y que cada uno de estos dispositivos está equipado con la capacidad de maniobrar de forma independiente en respuesta a los parámetros de la misión que SpaceX existe para evitar conjunciones.
En consecuencia, el acuerdo describe cómo las comunicaciones y el intercambio de información entre la NASA y SpaceX irán más allá de lo que normalmente se esperaba. La NASA proporcionará a SpaceX información detallada y precisa sobre sus misiones planificadas con anticipación para que puedan programar adecuadamente las medidas de evasión automatizadas de Starlink cuando se produce una misión donde los activos de la NASA pueden cruzarse con la constelación. También trabajará directamente con SpaceX para mejorar la capacidad de evaluar y prevenir incidentes y proporcionar asistencia técnica sobre cómo SpaceX puede reducir mejor el “brillo fotométrico” o la reflectividad de su nave espacial Starlink.
Mientras tanto, SpaceX será responsable de asegurar que sus satélites Starlink tomen “medidas evasivas” para “suavizar la proximidad y evitar colisiones con todos los activos de la NASA”. También será necesario proporcionar “fragmentos” de los períodos de tiempo en los que los satélites Starlink no pueden aplicar su prevención de colisiones. Esto suele suceder en la fase inmediatamente posterior al inicio, cuando todavía están activados y configurados en sus carriles objetivo.
Otro punto clave del acuerdo es que el plan SpaceX Starlink se lance para que esté al menos 3 millas por encima o por debajo de los puntos más altos y más bajos de la órbita de la Estación Espacial Internacional en su camino alrededor de la Tierra. Finalmente, también se espera que SpaceX publique su propio análisis de la efectividad de sus técnicas de atenuación de satélites para que la agencia pueda ajustar su propia guía sobre el tema en consecuencia.
El acuerdo completo se incluye a continuación, pero la conclusión clave es que la NASA claramente quiere que SpaceX sea un mejor socio y ciudadano en la Tierra, ya que el tamaño de su constelación supera la marca de 1200 y está en camino a fin de año para crecer a alrededor de 1500 o más. Además, la NASA pone mucha confianza y responsabilidad en manos de SpaceX; básicamente, estipula que las capacidades autónomas integradas de Starlink pueden evitar cualquier peligro real que pueda surgir. La forma en que la NASA ha estructurado este documento también deja la posibilidad de usarlo para otros operadores de constelaciones, una necesidad creciente dada la cantidad de empresas que trabajan en redes de naves espaciales cercanas a la Tierra.