La lejana fue la época de la campaña en la que Alberto Fernández Dijo que no estaba a favor de aplicar una trampa cambiaria para su asimilación colocando una piedra en una puerta giratoria que impide tanto la salida como la entrada.
Durante la semana, el Gobierno mostró el fortalecimiento de intercambiar acciones, pero la metáfora de la puerta giratoria fue parcialmente efectiva ya que el Banco Central tuvo que seguir vendiendo divisas para abastecer la demanda del mercado.
En cinco días, las reservas del Centro cayeron en más de $ 250 millones, a pesar de que exportadores Dijeron que cerrarían en octubre vendiendo 1.800 millones de dólares, pero hubo un cambio. Después de muchos días, el Centro terminó el jueves con un resultado positivo. Fueron solo $ 5 millones, pero algo es algo en tiempos de escasez.
Hay una demanda de importadores preocupados buscando avanzar en el exterior a pesar de que ambos ministerios Martín Guzmán si presi Alberto Fernández Insistieron en que no devaluarían los pesos más allá de actualizar el dólar en función de la inflación.
La clave del mercado es conseguir dolares al precio oficial ($ 78,30 para la mayoría) y aunque el Banco Central redujo significativamente sus ventas de dólares de ahorro, la demanda de importaciones sigue presionando a pesar de la recesión y la caída del consumo.
Hay importadores que pagan al contado sus compras en el exterior (algo raro) ante la perspectiva de que el Gobierno vuelva a la época de Cristina Kirchner y Guillermo Moreno cuando se autorizaron los pagos de importación casi uno a uno.
Fortalecimiento i Comparte fue de la mano de la venta de bonos oficiales de los recientemente canjeados por agencias gubernamentales para controlar el “efectivo de liquidación” (recibir dólares mediante la venta de bonos) mientras la Comisión de Bolsa y Valores los “pedía” a los agentes de acciones que no interfieren en el mercado.
Así, “se cuenta como líquido terminó alrededor de $ 151.59 y “azul” o paralelo a $ 169, bajando, en este caso, $ 26 en relación al récord que se había tocado en una semana de alta tensión política dentro del oficialismo que comenzó con la carta de Cristina Kirchner y las innumerables interpretaciones que hizo sobre su relación con Alberto Fernández y acabó al calor del desalojo de bienes tomados en Guernica.
Las lesiones y la aprobación de proyectos de ley en la coalición gobernante agregaron combustible a la incertidumbre cambiaria caracterizada por un gobierno que asegura que no devaluará el peso y un mercado que sigue convencido de que hay que hacer algo para evitar fugas de reservas extranjeras.
En este contexto, surgen preguntas: ¿Cómo recibirá financiación el Centro?¿Activará el cambio chino (está activo para importar desde ese país) incluso cuando el banco chino se resista a que se cambie por dólares? ¿Se dividirá oficialmente el mercado en dólar comercial y financiero a pesar de que tanto Martín Guzmán como Miguel Angel Pesce ¿Son partidarios del dólar único?
Oficialmente, los funcionarios más cercanos al presidente y algunos de los señalados por Cristina Kirchner en tu carta entonces ellos no funcionarían (Guzmán se mostró confiado en esta opinión negativa) mantienen su posición con respecto a la expectativa de dólares de soja (en la semana que creció y tocó los 400 dólares por tonelada deseados) del primer trimestre del próximo año y suman esperar dólares azules.
Creen que con la apertura de turistas de Brasil y Uruguay para venir a Argentina, la oferta de divisas en el mercado paralelo será mucho más fluida.
Los precios en Argentina se abarataron medidos en dólares azules y esperar mucho excursión compras por vecinos de nuestro país. Muy débil en medio de la pandemia, pero así es como van las cosas a cambio.
Un aumento de un punto y medio en la tasa de reporto para operaciones de corto plazo con las que el Centro recibe pesos excedentes de los bancos (pasó a 34.5% anual en 7 días) nuevamente muestra que “Paso a paso” el oficial tiene que adaptarse casi todas las semanas apretando más y más el cinturón.
El horizonte está lleno de “Plan Fiscal” de Guzman la reducción paulatina del déficit en los próximos 4 años y el inicio oficial de las negociaciones con el FMI para obtener una facilidad de préstamo prorrogada a 10 años. El gradualismo y la subida del dólar con inflación, dos recetas para intentar mantenerse en medio del temporal.